06/10/2024

Policiales

CASI EL ROBO DEL SIGLO

Datos del túnel que conectaba con un banco en San Isidro y el robo frustrado

24/09/2024 08:55 | Un hallazgo casual destapa un sofisticado plan de robo en San Isidro: un túnel de 155 metros excavado para llegar a la bóveda de un banco fue descubierto por la policía tras la intervención de un empleado gastronómico que detectó una varilla sobresaliente del suelo.



Lo que pudo haber sido uno de los robos más grandes del país fue frustrado por una curiosa coincidencia. Damián Otero, un empleado gastronómico, había estacionado su camioneta en la calle Chacabuco, cerca de un banco, cuando escuchó un extraño ruido bajo su vehículo. Molesto por el constante golpeteo, decidió descender para investigar. Allí, entre los adoquines, vio algo inusual: una varilla de hierro que sobresalía del suelo.

Al principio, ni Otero ni los vecinos lograban comprender qué era ese objeto que sobresalía. Tras varios intentos de removerla sin éxito, decidieron doblar la varilla para evitar que otros vehículos se engancharan. Incluso solicitaron a los empleados del banco cercano que colocaran un cono naranja para advertir a los conductores del obstáculo. No obstante, esa varilla no era cualquier objeto perdido; era parte de un ambicioso y audaz plan criminal.

Lo que Otero y los vecinos no sabían en ese momento era que la varilla formaba parte de un túnel subterráneo de 155 metros de largo que una banda de delincuentes había estado excavando durante un año y medio. El túnel conectaba un depósito alquilado en Chacabuco al 500, donde antes funcionaba un taller mecánico, con la sucursal del Banco Macro, ubicada a pocos metros de distancia. El objetivo de la banda era llegar a la bóveda del banco y robar una fortuna.

El hallazgo fortuito llamó la atención de las autoridades locales. Cuando Damián Otero mencionó lo sucedido, el personal de seguridad del banco y los comerciantes de la zona decidieron no tomar más riesgos y dieron aviso a la policía. Horas más tarde, un patrullero llegó al lugar y comenzó a investigar la extraña varilla que había provocado el incidente. Fue entonces cuando los oficiales descubrieron el túnel subterráneo, que había sido construido con una precisión increíble, utilizando materiales como madera y plásticos para reforzar la estructura y evitar derrumbes.

El túnel, de más de 4 metros de profundidad, tenía sectores donde solo se podía avanzar en cuclillas debido al encofrado que los delincuentes habían instalado. Además, contaba con un sofisticado sistema de ventilación que los "ingenieros criminales", como los llamaron los investigadores, habían creado utilizando caños de plástico. También habían instalado iluminación con lámparas de bajo consumo para poder trabajar en las profundidades, donde la atmósfera era sofocante y el aire viciado.

En el depósito, que la banda había utilizado como "base de operaciones", la policía encontró una cantidad significativa de pruebas del tiempo que los ladrones habían pasado allí. Habían dejado ropa, botas embarradas, herramientas, latas de atún, botellas de aceite de girasol y hasta una cocina improvisada que funcionaba con gas de garrafa. También hallaron colchones en una especie de entretecho que los delincuentes habían construido para poder descansar mientras alternaban turnos durante la excavación.

A pesar de la increíble planificación y los recursos empleados, el plan no salió como los ladrones esperaban. Fueron sorprendidos antes de poder completar el túnel hasta la bóveda del banco, que estaba a solo unos metros de distancia. De hecho, se estima que la banda había alcanzado a cavar unos cinco metros desde la vereda hacia la sucursal bancaria cuando la varilla expuesta los delató.

Hasta el momento, cuatro sospechosos han sido detenidos. Entre ellos, Alan Daniel Rodríguez y Nicolás Carpani Romero, ambos uruguayos, y Alejandro López, un argentino con antecedentes por narcotráfico, quien se cree fue el responsable de facilitar el traslado de los miembros de la banda entre Argentina y Uruguay. Otro de los sospechosos, Nicolás Cardozo Merladet, fue asesinado en Uruguay dos semanas después de que se frustrara el plan, en un crimen que aún está siendo investigado.

En las últimas horas, la justicia dictó la prisión preventiva para López, conocido como “Johnny”, quien habría sido el encargado de cruzar a los miembros de la banda por el Río de la Plata en una lancha. A pesar de los esfuerzos de su defensa para solicitar una excarcelación extraordinaria, el juez Ricardo Costa rechazó el pedido, considerando la magnitud del crimen y la sofisticada logística empleada por los delincuentes.

El descubrimiento del túnel fue clave para frustrar el robo. Las investigaciones, a cargo de la fiscal Carolina Asprella y el fiscal general adjunto Patricio Ferrari, continúan en marcha, mientras se espera la extradición de dos de los sospechosos detenidos en Uruguay. Los investigadores creen que al menos diez personas participaron en el plan, lo que demuestra el nivel de coordinación y recursos necesarios para llevar a cabo un crimen de tal magnitud.

El incidente, que comenzó con una varilla sobresaliendo del suelo, dejó al descubierto una obra de ingeniería criminal que, de no haber sido descubierta, podría haber resultado en uno de los robos más audaces de la historia reciente de Argentina.