06/10/2024

Economía

ÍNDICE DE POBREZA

El salto de la pobreza al 52,9% refleja el impacto de la crisis económica en Argentina

27/09/2024 10:40 | La última medición del Indec revela que más de 24 millones de personas viven por debajo de la línea de pobreza, impulsadas por una inflación del 79,8% y una caída del 3,2% en la actividad económica. Mientras el gobierno defiende sus esfuerzos por contener la hiperinflación, los niveles de indigencia y desocupación siguen en aumento, profundizando la desigualdad social.



La reciente publicación del Indec, que reporta un aumento de la pobreza al 52,9% en el primer semestre de 2024, pone de manifiesto las dificultades estructurales que enfrenta la economía argentina. Este incremento, que afecta a 24,3 millones de personas, evidencia un deterioro acelerado en las condiciones de vida de gran parte de la población, a medida que la inflación y la caída en la actividad económica erosionan el poder adquisitivo.

El alza de la pobreza, que supera el 40,1% registrado en el mismo período del año pasado, está directamente vinculado a la imparable inflación, que entre finales de 2023 y junio de 2024 acumuló un 79,8%. A pesar de que el índice de salarios mostró un aumento del 84,3% en el mismo período, este crecimiento no ha sido homogéneo. Solo los trabajadores formales del sector privado lograron aumentos por encima de la inflación, con un 93,6%, mientras que los empleados públicos y los trabajadores informales vieron sus ingresos aumentar por debajo del índice inflacionario, exacerbando las desigualdades y la precarización del trabajo.

El impacto en los sectores más vulnerables se profundiza cuando observamos que la indigencia, que mide a las personas que no pueden cubrir sus necesidades alimentarias básicas, saltó al 18,1%, lo que significa que 8,3 millones de personas están en una situación crítica. Esta cifra casi duplica la registrada a mediados del año pasado, cuando la indigencia era del 9,3%, lo que demuestra el grado de exclusión y vulnerabilidad que ha alcanzado la economía en los últimos meses.

Otro factor que agrava la situación es la caída del 3,2% en el nivel de actividad económica, lo que sumado a la subida en la tasa de desocupación al 7,6% afecta principalmente a quienes dependen de empleos informales o temporales. La falta de dinamismo en la economía, junto con la crisis inflacionaria, sugiere que las políticas monetarias y fiscales del gobierno han sido insuficientes para contener el impacto en el nivel de vida de la población.

Ante este panorama, las declaraciones del vocero presidencial Manuel Adorni, que atribuye la crisis a la herencia recibida y asegura que "si no se evitaba la hiperinflación, la pobreza habría llegado al 95%", apuntan a una visión política del problema que minimiza el efecto inmediato sobre los sectores más golpeados. Aunque reconoce que el 2024 será un año difícil, destaca los esfuerzos del gobierno por contener la inflación y mejorar el salario real, algo que, según sus palabras, llevará tiempo.

El desafío que enfrenta el gobierno de Javier Milei es monumental. Si bien ha logrado frenar un colapso económico mayor, los niveles actuales de pobreza e indigencia exigen políticas redistributivas y de reactivación económica que vayan más allá del control de la inflación. La reconstrucción de la confianza en el sistema económico y la creación de empleo genuino parecen ser los únicos caminos para revertir esta profunda crisis social. Sin un cambio estructural en la economía, el futuro a corto plazo se muestra sombrío para millones de argentinos que ven su calidad de vida deteriorarse día a día.