Este lunes, las temperaturas alcanzaron los 40 grados, lo que generó preocupación entre bomberos y brigadistas ante el riesgo de nuevos focos de incendio. Sin embargo, se espera un descenso de temperatura para este martes, con un pronóstico de 26 grados, lo que podría facilitar las tareas de extinción.
Según el último informe del Gobierno provincial, “sigue activo el foco de la Quebrada de la Mermela”, donde más de 150 bomberos voluntarios trabajarán intensamente durante la noche en una zona de difícil acceso. Durante el día, brigadistas, personal del ETAC, Plan Provincial y Plan Nacional de Manejo del Fuego, junto a tres aviones hidrantes y tres helicópteros, se unieron para combatir las llamas.
Paralelamente, el Instituto Nacional de Prevención Sísmica informó sobre cuatro sismos ocurridos en la provincia. El primer movimiento, de 2.9 de magnitud, se registró el domingo 29 de septiembre por la mañana, seguido por un sismo más fuerte de 3.2 por la noche. En la madrugada del lunes, se detectó un temblor de 2.6 de magnitud y, finalmente, otro de 3.1 en la tarde-noche. Todos estos movimientos fueron catalogados como de intensidad débil o muy débil, lo que significa que solo fueron percibidos por algunas personas en reposo o en edificios.
Los cordobeses enfrentan así una situación compleja, donde la lucha contra el fuego se ve acompañada por la incertidumbre de los sismos, un recordatorio de que la naturaleza puede ser impredecible y destructiva.