El Gobierno Nacional ha decidido cerrar Trenes Argentinos Capital Humano (DECAHF), resultando en el despido de 1.388 empleados. Según la Resolución N° 35/2024, publicada en el Boletín Oficial, esta subsidiaria no operaba trenes y su función se consideraba redundante debido a la superposición de responsabilidades con otras entidades del sector.
El secretario de Transporte, Franco Mogetta, ha argumentado que esta reestructuración permitirá un ahorro de aproximadamente $42.000 millones anuales, en línea con la política del presidente Javier Milei de reducir el gasto público y alcanzar un equilibrio fiscal. Además, se eliminarán 23 cargos jerárquicos con sueldos que oscilaban entre $2 y $4 millones mensuales.
En el marco de esta reestructuración, se disolverá también el Instituto Argentino del Transporte, creado en 2014, pero que no llegó a cumplir con sus funciones efectivas. Mientras que 500 de los empleados despedidos podrían ser reubicados en Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado (FASE), la incertidumbre y el impacto en la vida de los trabajadores se han convertido en el foco de atención.
Esta decisión ha generado reacciones mixtas entre sindicatos y trabajadores, quienes ven el cierre de DECAHF como un golpe severo al empleo y a la estabilidad laboral en el sector ferroviario. Además, la posibilidad de privatización en el futuro ha comenzado a debatirse, lo que añade una capa de incertidumbre sobre el futuro del trabajo en el sector ferroviario.