Los controles de alcoholemia realizados por el personal de Tránsito revelaron que uno de los conductores tenía 2.29 gramos de alcohol por litro de sangre, mientras que el otro registró 2.52, ambos muy por encima del límite permitido por la ley de Alcohol Cero, vigente en la ciudad desde hace varios años. Según las regulaciones, no se permite conducir con ningún nivel de alcohol en sangre, lo que hace aún más grave la imprudencia de los involucrados.
Autos secuestrados y consecuencias legales
Como resultado de este incidente, ambos vehículos fueron secuestrados y los conductores quedaron inhabilitados para conducir. Además, debido a su estado de ebriedad, las compañías de seguros no cubrirán los daños causados en el accidente, lo que significa que los conductores deberán hacerse cargo de las reparaciones de los vehículos de su propio bolsillo.
Este hecho genera preocupación en la comunidad, ya que pone de manifiesto los peligros de manejar bajo los efectos del alcohol, no solo para los conductores involucrados, sino también para otros ciudadanos.
Otro caso de alcoholemia durante el día
Horas más tarde, al mediodía de este jueves, otro conductor fue detectado manejando en estado de ebriedad en la avenida 2. Según informes policiales, el hombre realizaba maniobras peligrosas al volante de un Fiat Palio Weekend, lo que llevó a su detención.
El personal de Tránsito fue convocado al lugar y le practicó un test de alcoholemia que arrojó un resultado de 1.37 gramos de alcohol por litro de sangre. Este segundo incidente del día refuerza la necesidad de intensificar los controles y la concientización sobre los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol.
Estos casos, aunque afortunadamente sin consecuencias trágicas, resaltan la importancia de respetar las normativas de tránsito y el compromiso necesario de todos los conductores para evitar accidentes que puedan poner en riesgo la vida de otras personas.