Según un informe de la consultora Scentia, las ventas en supermercados y autoservicios cayeron un 20,4% en octubre en comparación con el mismo mes del año anterior, reflejando el impacto de la inflación acumulada y la falta de repunte en los ingresos.
Consumo masivo: un año de contracción sostenida
El informe detalla que, aunque la inflación mensual se redujo al 2,7% en octubre, los precios interanuales del consumo masivo alcanzaron un incremento del 197,9%, superando el índice de precios al consumidor (IPC) oficial del INDEC, que marcó un 193% en el mismo período.
En este contexto, el consumo en grandes cadenas de supermercados mostró una caída interanual del 20,7%, siendo más pronunciada en el Interior del país (-22,8%) que en el AMBA (-18,2%). Los autoservicios también registraron una contracción del 20,2% a nivel nacional, con descensos más marcados en el AMBA (-24,4%) que en el Interior (-17,8%).
Entre los sectores más golpeados por la crisis del consumo se encuentran:
A pesar de la proximidad de la temporada alta de fin de año, tradicionalmente un período de repunte en ventas, los niveles de consumo no logran revertir la tendencia negativa.
Por otro lado, un informe de la consultora Focus Market señaló que, aunque las ventas crecieron un 8,3% en octubre respecto a septiembre, se registró una caída interanual superior al 10%. Este leve incremento mensual estuvo impulsado por las compras en almacenes y despensas, mientras que las grandes cadenas continuaron perdiendo terreno.
En cuanto a los hábitos de consumo, se observó una disminución del 7,4% en unidades por ticket respecto al año anterior, mientras que la cantidad de tickets creció un 4,5% frente al mes previo, aunque con un descenso interanual del 9,4%.
La contracción en las ventas refleja el impacto combinado de la inflación, la falta de crecimiento en los ingresos y una economía que no logra consolidar mejoras en los niveles de empleo. A pesar de los esfuerzos por estabilizar los precios, los hogares siguen ajustando sus gastos, priorizando rubros esenciales y modificando sus patrones de consumo.
Con la llegada de las fiestas, el desafío será revertir esta tendencia en un contexto donde el poder adquisitivo aún no muestra señales de recuperación sólida.