
Horas después, la policía logró identificarlo y detenerlo en Otamendi, donde se confirmó que estaba bajo los efectos del alcohol.
El choque ocurrió cerca de las 5 de la mañana del domingo, a la altura del kilómetro 21,5 de la Ruta 88. La víctima, identificada como Carlos Cardozo (55 años), domiciliado en Batán, circulaba en moto cuando fue impactado por un Ford Fiesta que transitaba en la misma dirección. El impacto fue letal y el motociclista falleció en el acto.
Lejos de detenerse para asistir a la víctima, el conductor del automóvil decidió huir del lugar, intentando eludir su responsabilidad.
El sospechoso fue identificado gracias a un dato clave proporcionado por un familiar, quien mencionó a los efectivos policiales que su allegado había tenido un accidente recientemente. Con esa información, la policía logró localizarlo en Otamendi y procedió a su aprehensión, trasladándolo junto al vehículo –que presentaba daños evidentes en su parte delantera derecha– al destacamento vial La Ballenera.
Por orden del fiscal Rodolfo Moure, de la UF11, se le realizó un test de alcoholemia y una extracción de sangre, confirmándose que al momento del control tenía 1,04 gramos de alcohol en sangre, superando ampliamente el límite permitido.
A pesar de la gravedad del hecho, la causa fue caratulada como “Homicidio culposo”, lo que permitió que el conductor no quedara detenido. Sin embargo, la justicia ordenó el secuestro de su vehículo y la retención de su licencia de conducir.
Este nuevo siniestro reaviva el debate sobre la seguridad vial y el consumo de alcohol al volante, un flagelo que sigue cobrando vidas en las rutas de la región.