El Gobierno de la provincia de Buenos Aires autorizó el jueves pasado la apertura de los kioscos escolares en todos los establecimientos educativos de gestión estatal y privada. La resolución da respuesta al reclamo que sostenían trabajadores de nuestro distrito. También se habilitó el funcionamiento de librerías y centros de copiado escolares.
A través de la Resolución Nº 2021/1490, la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia aprobó el protocolo para el funcionamiento de la actividad después de los múltiples reclamos que protagonizaron trabajadores del rubro en distintos puntos bonaerenses.
“Estoy muy contenta y la felicidad es grande. Ayer (por el lunes) fue el primer día de trabajo luego de un año sin poder hacerlo”, expresó en FM 97.3 Radio Maestra, Stella Olanda, responsable del kiosco de la comunidad educativa de la Escuela de Educación Secundaria N° 7 (ex Comercial), ubicada en la avenida 58 entre 55 y 57.
“Nuestro regreso del lunes a la escuela fue mucho más tranquilo que antes de la pandemia. Debe ser uno de los sectores que más tuvo que esperar para regresar al trabajo con la vuelta de la presencialidad en los establecimientos educativos”, dijo Stella en diálogo con el periodista Quimey Marfil.
Consultada sobre cómo pudieron sobrellevar la difícil situación de no trabajar durante el ciclo lectivo pasado a raíz de la pandemia del Covid 19, la mujer señaló que “tuvimos que vender un vehículo y reinventarnos para hacerle frente a erogaciones como el pago de los impuestos y tasas que nunca dejaron de llegar”. Pese a no alcanzar, Stella señaló que sólo tuvieron acceso al denominado IFE (Ingreso Familiar de Emergencia que estableció el gobierno nacional para asistir a trabajadores informales y monotributistas de las primeras categorías durante la emergencia por la pandemia del coronavirus, consistiendo en un bono de 10.000 pesos). “Recibimos 3 IFE a lo largo de 6 meses, no llegabas a nada, se puso muy difícil la situación. Había que arreglarse uno, con la familia también”. Muchos necochenses tuvieron que “reinventarse” al no poder desarrollar sus trabajos habituales por los efectos de la pandemia y en este marco Stella señaló que no nos dedicamos a la gastronomía como muchos lo hicieron, cuidamos familiares y estuvimos haciendo otras cosas”.
En otro tramo del diálogo con Quimey Marfil en su programa “Vine por el Aviso” que va en la primera mañana de “Maestra”, Stella comentó que “los protocolos escolares y también en el caso nuestro, son muy rigurosos y cuidados. Más allá de las características del servicio en sí, el uso del barbijo es permanente (nosotros, directivos, docentes, auxiliares y alumnos) como así también el distanciamiento y la presencia del alcohol en gel.
Finalmente Stella Olanda señaló que en su lugar de trabajo se encuentra ella y su esposo. Por otra parte, espera ansiosamente la llegada de la segunda dosis de la vacuna Sinopharm para completar el sistema. Y abogó por la concientización de la población sobre lo que está ocurriendo con la pandemia para no interrumpir, entre otras cosas, las clases presenciales y los trabajos.
Acerca de los productos que más se venden en su kiosco escolar, Stella señaló que hay muchas preferencias por las facturas, los pebetes, las gelatinas, la ensalada de fruta, empanadas y chocolates.-