“¡Vergonzoso!”. Esa fue la expresión que más se escuchó tras la lectura del petitorio elaborado por autoridades gremiales este viernes en nuestra ciudad. El terrible y cobarde ataque sufrido por una docente de la Escuela Secundaria N° 7 conmocionó a la ciudad de Necochea y llegó incluso a los principales medios nacionales. El hecho dejó al descubierto el altísimo grado de conflictividad social y evidenció la preocupante situación que atraviesa el sistema educativo en la Provincia de Buenos Aires.
Frente a lo sucedido la comunidad educativa y vecinos particulares de nuestra ciudad se movilizaron masivamente este viernes en reclamo de justicia y de medidas urgentes que garanticen la calidad del trabajo docente.
Sin embargo rápidamente se puso en evidencia el distanciamiento entre los docentes movilizados de manera casi espontánea por un lado, y los dirigentes gremiales, inspectores y jefes de educación, por el otro. El enojo de los docentes se hizo patente al momento de dar lectura a un petitorio elaborado por los gremios docentes en el cual, lejos de plantear la preocupante situación que viven día a día docentes de toda la Provincia, partidizaron el acto y pintaron un panorama casi idílico del sistema educativo al señalar que “como trabajadoras y trabajadores de la educación reconocemos:
En diálogo con Radio Maestra 97.3 una docente de nivel primario le puso voz al fastidio y calificó como “vergonzoso” el petitorio, aclarando que no iba a firmarlo en señal de repudio, al igual que sus compañeras de escuela, actitud a la que se sumaron la mayoría de los docentes movilizados. Muchos de los presentes definieron como una “tomada de pelo” la referencia a “escuelas seguras” precisamente en momentos en que se estaba realizando una manifestación tras un brutal hecho de inseguridad sufrido por una docente dentro de un establecimiento educativo. Una vez más, autoridades y dirigentes gremiales viviendo en una realidad paralela completamente ajena a la que se vive diariamente en las escuelas.
El enojo no se plasmó recién el día de ayer, ya desde el jueves docentes autoconvocados habían convocado a una marcha y criticado la absoluta pasividad de los gremios que recién a altas horas de la tarde y producto de la presión de toda la comunidad educativa emitieron un tibio comunicado y convocaron a un tardío paro que sonó más a concesión que a convicción.
Y es que en realidad, hace tiempo ya que se ha producido un divorcio entre los docentes que viven la realidad diaria de las escuelas y las autoridades educativas y los gremios que dicen representarlos, cómplices de una precarización del trabajo docente que no ha hecho sino aumentar desde hace décadas en nuestro país.